La destacada
centralidad de la Argólida en el desarrollo de la civilización micénica
difícilmente podría ponerse en duda. Allí se ubicaron buena parte de los
grandes centros de poder, ya desde el Micénico Antiguo. Pero tampoco puede
cuestionarse la aportación cultural de las "periferias",
particularmente de aquellas ubicadas en el mismo ámbito peloponésico.
En este último aspecto, cabe poner muy en
relieve lugares de la importancia de Peristeri y Pylos. La densidad de yacimientos micénicos en Mesenia, algunos de gran antigüedad, resulta sorpendente y
el Museo Arqueológico de Calamanta, capital de la región, es ante todo un
destacado museo de cultura micénica. Pero están también Olimpia, Hagia Triada y varios yacimientos portuarios en la
Élide, los numerosos asentamientos de Acaya occidental, las necrópolis en torno a Tripoli y Tegea en Arcadia y o los múltiples lugares de Laconia, con particular
concentración de yacimientos a lo largo del Eurotas (Vaphios, colina del
Menelaion, Amyclai) y en la península de Malea.
El modelo de organización político administrativa en las periferias no parece haber obedecido de forma exclusiva al módulo de la civilización palacial, cultura dominante que tuvo su gran epicentro en el NE del Peloponeso, pero que también contó con un innegable desarrollo en Mesenia y Laconia, como lo consignan la arquitectura palacial, los registros de contabilidad en Lineal B y las grandes tumbas thólos. En la propia Argólida, necrópolis como la de Aidonia (Nemea) no se muestran asociadas a un emplazamiento palacial, pero dada su ubicación, debieron funcionar lugares satélites de los grandes centros de poder.
En Acaya la
concentración de yacimientos micénicos en torno a Patrás, parece señalar hacia
una red poblacional que jugó un papel destacado en tanto que comunidad puerta, provisora y redistribuidora de bienes entre los asentamientos de la Acaya occidental. En
este territorio, el área de Patrás emerge como centro dominante, con una red relacional de mayor alcance. En época postpalacial llegan a este centro y a su hinterland tanto orientalia como importaciones cretenses, ausentes en la Acaya central y oriental.
El sitio de
Voundeni, parque arqueológico micénico a poco más de seis kilómetros al NE de la ciudad
de Patrás, hoy por hoy representa uno de los lugares más significativos y mejor conocidos de la Acaya micénica, La región cuenta con otros destacados yacimientos del
periodo (Calithea, Portes, Teichos Dymaion, Aigión, Kalavryta), algunos en
el área urbana de Patrás, incluido el Castro y su entorno o la importante necrópolis Clauss, al SE de la ciudad. Con sus innegables
particularismos, y por el momento sin evidencias de administración y economía
palacial, obedecen sin embargo a las pautas generales que caracterizan el
hábitat y la configuración del territorio extrapalacial en esta civilización, que no obedeció a un modelo político y organizativo uniforme.
En Voundeni
se ha excavado el poblado alto y la gran necrópolis a sus pies y se ha
verificado una continuidad de hábitat entre 1500 y 1050 a.C., alcanzando la
fase submicénica. Se trata pues de un núcleo de poblamiento que debe situarse
en el Micénico Medio y Último (LH IIB- LH III C), habiendo sobrevivido con notables indicios de prosperidad al colapso de la civilización palacial, acaecido h. 1200 a.C.
El modelo asociativo acrópolis fortificada - necrópolis periférica es bien conocido y extendido en el paisaje micénico y cuenta con numerosos ejemplos en la misma Acaya occidental. El emplazamiento del poblado sobre la colina de Bortzi, dominada por las alturas del monte
Panachaiko, nada tuvo de casual: se trata de un hábitat orientado cuya ubicación, además de razones defensivas, revela el afán
de control visual del territorio circundante, de los caminos, los manantiales y
cursos fluviales y de las tierras cultivables, así como del horizonte marítimo
del Golfo de Parás, la costa de Etolia y al Oeste la vecina isla de Cefalonia. A escasa distancia, al norte de la acrópolis se encontraba
la salida al mar del asentamiento, el antiguo puerto natural de Agyia y con
ello el acceso por vía marítima a recursos externos.
A poco menos
de un kilómetro, al SE del poblado, se ubica la necrópolis alrededor del sitio de Amigdalià, una colina de perfil suave donde las tumbas se alinean de forma libre, sin intervalos regulares ni idéntica nivelación en torno a la elevación
del terreno, con orientación preferente N-S. Algunas, particularmente las de mayor tamaño, se encuentran en el lado N, a una cota inferior. La colina, elevación transicional que funciona a modo de túmulo natural señalizador del complejo funerario, es de roca blanda, con lo que los hipogeos fueron ahuecados y
tallados con relativa facilidad. Desde 1923 hasta la actualidad se han hallado un total de 78 tumbas, de diverso tamaño. Las mayores llevan los números 4 y 75.
Se trata de tumbas de cámara, caracterizadas por su estructura tripartita.
Un drómos o corredor cubierto y generalmente alargado (a diferencia
del corredor corto, propio de las tumbas tholoi halladas
en Achaia) y en rampa descendente, conduce al stómion, fachada
vertical, ligeramente inclinada, con puerta adintelada que suele incurvarse ; se trata de
la boca de la tumba propiamente dicha, pues se abre al thálamos o cámara
funeraria.
Las cámaras presentan variadas dimensiones y formas: la planta del thálamos puede ser cuadrada, rectangular, circular, elipsoidal, en forma de herradura. Las cubiertas, ahuecadas en la roca, muestran diversas soluciones de adaptación a la planta, pero carecen de revestimiento arquitectónico, sin la falsa cúpula obtenida mediante la aproximación de hiladas de diámetro decreciente, característica de los tholoi. Los recursos de estos líderes periféricos fueron sin duda más limitados que aquellos de que dispusieron los soberanos (wanaktes) de los grandes centros palaciales.
Las cámaras presentan variadas dimensiones y formas: la planta del thálamos puede ser cuadrada, rectangular, circular, elipsoidal, en forma de herradura. Las cubiertas, ahuecadas en la roca, muestran diversas soluciones de adaptación a la planta, pero carecen de revestimiento arquitectónico, sin la falsa cúpula obtenida mediante la aproximación de hiladas de diámetro decreciente, característica de los tholoi. Los recursos de estos líderes periféricos fueron sin duda más limitados que aquellos de que dispusieron los soberanos (wanaktes) de los grandes centros palaciales.
La tumba de cámara, tan extendida en el mundo micénico, no fue creación de Acaya, Tuvo sus orígenes en época muy temprana y en la península griega se consigna ya en la transición entre el Bronce Medio y el Reciente. Aparte de los precedentes mesenios, uno de los ejemplos más antiguos lo proporcionan las tumbas laconias de Epidauros-Limera (h.1650 a.C), junto a Momenvasiá, en la península de Malea.
La mayoría de las tumbas de la necrópolis de
Voundeni se destinó a inhumaciones colectivas, seguramente familiares; los cadáveres se
depositaban directamente sobre el suelo del thálamos; excepcionalmente se utilizaron los característicos lárnakes rituales de
barro (tal vez también en madera, material perecedero), y origen minoico, que designarían enterramientos privilegiados. El
estatus viene determinado por diversos factores: la tipología
arquitectónica, la monumentalidad y la calidad y cantidad de las ofrendas funerarias. La
tumbas de doble cámara 4 y 75, que tal vez remitan a la génesis de la necrópolis, contienen el enterramiento de miembros de alto rango
de la comunidad y en cierto modo pudieran calificarse principescas, en todo caso
asociadas a la irrupción de jefaturas y liderazgos locales.
El largo drómos en pronunciada rampa descendente que precede a varias de las cámaras (el de las señaladas tumbas, corredor excepcionalmente largo que conduce a una gran puerta, se aproxima a los 20 ms.), debió desempeñar una importante función ritual en las codificadas ceremonias funerarias. Subraya el carácter hipogeo de la construcción y sugiere un simbolismo del tránsito al mudo de ultratumba. Tal vez procura emular el majestuoso y prestigioso acceso a los grandes tholoi principescos, como el de Vaphios en Laconia (su corredor alcanza casi los treinta metros), situado cerca de Esparta y de la colina del Menelaion, y el drómos del propio Tesoro de Atreo en Micenas, que figuran entre los mayores de toda Grecia.
Los tholoi conocidos hasta el momento en Acaya (uno de ellos, ubicado en la cercanía de la agrupación de tumbas de Voundeni), por debajo de los 6 ms de diámetro, poseen mucha menor monumentalidad que otras tumbas de colmena peloponésicas, si bien obedecieron a un proceso de elaboración más complejo y costoso que las relativamente sencillas tumbas de cámara. Estas estructuras cupuliformes testimonian la presencia de liderazgos locales ya en época relativamente temprana. A veces, como en la necrópolis de Clauss, ejercen una importante atracción funeraria, orientando la disposición de las posteriores tumbas de cámara, como si la proximidad a la construcción colmena, conectada a una tradición regia y ancestral, comunicara prestigio a las élites locales. A diferencia de las tumbas de cámara, fábricas rupestres y subterráneas, los tholoi representan formas prominentes con mayor visibilidad en el paisaje funerario.
La cultura material tiene un uso especifico en el ritual y las ofrendas funerarias contribuyen a jerarquizar las inhumaciones. Informan sobre el estatus social de los miembros de la comunidad
allí sepultados y expresan la competencia entre las élites. Los lujosos vasos de metal se hallan escasamente representados; las ofrendas suntuarias debieron constituir una forma de tesaurización familiar y muchas de ellas tal vez fueron retiradas de la tumba- repositorio con el paso del tiempo. Ante una emergencia o incluso con motivo de nuevos enterramientos: en lo concerniente a los depósitos funerarios, se relativiza la idea de eternidad y permanencia que crea la tumba hipogeo.
La cerámica proporciona el gran hilo conductor de datación y en Voundeni destacan las formas cerradas, en particular las jarras de estribo y con varias asas, muy especialmente las anforiformes, con múltiples modalidades. Dentro del repertorio de la decoración vascular, aparecen las espirales y los semicírculos y arcos concéntricos ribeteados, tan recurrentes en la cerámica micénica de Acaya. Interesantes algunas cráteras ya tardías (s.XI a.C,) con figuración teriomórfica. Nos faltan los askoi en forma de ánade con tres patas, decorados con temas geométricos, emparentados con prototipos chipriotas; de larga permanencia en la comarca, se datan a partir del siglo XII a. C.
También se depositaron armas de bronce: espadas, dagas, lanzas, navajas, ejecutadas con metalurgia de tradición itálica y centreuropea cuya presencia cualifica los enterramientos como tumbas de guerrero, así como herramientas varias y materiales de ornato personal, de lujo y prestigio (anillos, collares de oro, cornalina o pasta vítrea; alguna diadema en oro, cuentas doradas, de pasta vítrea, cornalina o de exótico ámbar, al igual que fíbulas y algunos sellos de procedencia minoica y oriental). La tumba 27 ha deparado restos de un yelmo de colmillos de jabalí, ofrenda funeraria muy habitual en los enterramientos de guerrero de alto rango en todo el ámbito micénico, tanto en contexto palacial como extrapalacial.
La mayoría de las tumbas no fueron saqueadas y las ofrendas reflejan la densa red de relaciones comerciales del poblado con otros territorios del Peloponeso, con la isla de Creta, con la Italia jónica y adriática. Otro importante vector de intercambio se dirige hacia el Egeo y el Mediterráneo Oriental: Rodas, Chipre y la costa sirio-palestina. Las piezas más relevantes de los ajuares funerarios de Voundeni pueden contemplarse expuestas en el Museo Arqueológico de Patrás.
La cerámica proporciona el gran hilo conductor de datación y en Voundeni destacan las formas cerradas, en particular las jarras de estribo y con varias asas, muy especialmente las anforiformes, con múltiples modalidades. Dentro del repertorio de la decoración vascular, aparecen las espirales y los semicírculos y arcos concéntricos ribeteados, tan recurrentes en la cerámica micénica de Acaya. Interesantes algunas cráteras ya tardías (s.XI a.C,) con figuración teriomórfica. Nos faltan los askoi en forma de ánade con tres patas, decorados con temas geométricos, emparentados con prototipos chipriotas; de larga permanencia en la comarca, se datan a partir del siglo XII a. C.
También se depositaron armas de bronce: espadas, dagas, lanzas, navajas, ejecutadas con metalurgia de tradición itálica y centreuropea cuya presencia cualifica los enterramientos como tumbas de guerrero, así como herramientas varias y materiales de ornato personal, de lujo y prestigio (anillos, collares de oro, cornalina o pasta vítrea; alguna diadema en oro, cuentas doradas, de pasta vítrea, cornalina o de exótico ámbar, al igual que fíbulas y algunos sellos de procedencia minoica y oriental). La tumba 27 ha deparado restos de un yelmo de colmillos de jabalí, ofrenda funeraria muy habitual en los enterramientos de guerrero de alto rango en todo el ámbito micénico, tanto en contexto palacial como extrapalacial.
La mayoría de las tumbas no fueron saqueadas y las ofrendas reflejan la densa red de relaciones comerciales del poblado con otros territorios del Peloponeso, con la isla de Creta, con la Italia jónica y adriática. Otro importante vector de intercambio se dirige hacia el Egeo y el Mediterráneo Oriental: Rodas, Chipre y la costa sirio-palestina. Las piezas más relevantes de los ajuares funerarios de Voundeni pueden contemplarse expuestas en el Museo Arqueológico de Patrás.
Golfo de Patrás, colina de Bortzi y en primer término vista parcial de la necrópolis

Vista aérea de la necrópolis con indicación de las tumbas. Las dos mayores, con cubierta moderna de protección.
La sección triangular de los corredores rupestres trae a la memoria el falso arco micénico; por efecto de translación, la falsa bóveda..
Tumba 4. La monumentalidad de algunas tumbas, singularizadas en su ubicación y tamaño, jerarquiza de por sí el espacio funerario. Las dos mayores expresan influencias que irradian de los grandes centros de poder micénicos y su recepción por parte de una nueva la élite local, tal vez fundadora de la necrópolis..
Al fondo del drómos se ubica el stomion, pasaje hacia la cámara funeraria. La tumba se sellaba, pero se abría para posteriores inhumaciones y ceremonias fúnebres

Vista aérea de la necrópolis con indicación de las tumbas. Las dos mayores, con cubierta moderna de protección.
Tumba 4. La monumentalidad de algunas tumbas, singularizadas en su ubicación y tamaño, jerarquiza de por sí el espacio funerario. Las dos mayores expresan influencias que irradian de los grandes centros de poder micénicos y su recepción por parte de una nueva la élite local, tal vez fundadora de la necrópolis..
Al fondo del drómos se ubica el stomion, pasaje hacia la cámara funeraria. La tumba se sellaba, pero se abría para posteriores inhumaciones y ceremonias fúnebres
El thálamos, de planta variable y sin el elaborado aparejo que muestra la cámara funeraria de los tholoi. Los lechos funerarios colectivos que han deparado cuantiosas ofrendas y restos óseos.
Ánfora de cuatro asas tardomicénica, siglo XI a.C. Pieza de producción local. Decorada con un friso continuo de aves estilizadas a la altura de las asas mayores; en el hombro, donde se ubican las menores, banda de arcos enfiados,.concéntricos y ribeteados; el recurso se adopta también en las alas de las aves. Museo Arqueológico, Patrás
Crátera de dos asas de producción local tardomicénica, siglo XI a.C. El engobe negro ocupa buena parte de la superficie del vaso; la decoración teriomórfica de animales salvajes silueteados sobre fondo claro se dispone en friso a la altura de las asas. Los animales, tal vez lobos, se ordenan con cierta libertad en campo abierto, eludiendo la rígida adaptación al marco. Museo Arqueológico, Patrás
Collar de oro con cuentas en forma de flor de papiro, un motivo orientalizante con larga tradición prehelénica. En Voundeni se han hallado cuentas sueltas de pasta vítrea de formas similares. Pieza suntuaria de ornato personal y seguramente importada. Cronología relativamente temprana, fines del siglo XV- s.XIV a.C. Museo Arqueológico, Patrás.
BIBLIOGRAFÏA
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PAPADIMITRIOU (2011)
ARENA (2015)
AKTYRI (2017)
KOLONAS y STAUROPOULOU-GATSI (2017)
PASCHALIDIS (2010, 2018)
GALLOU (2009 2019)
PASCHALIDIS (2018)
PAPAZOGLOU-MANIUODAKI (2020)
Vídeo, El sitio arqueológico de Voundeni comentado por Georgia Alexopoulou
https://youtu.be/zjyLX1Zk_HQ
Video. Parque Arqueológico de Voundeni. Vista aérea
https://youtu.be/By3P8wk5Z10